domingo, 14 de febrero de 2016

Mi nuevo vicio: Project Life

Al empezar el 2016 me propuse recoger de alguna manera los mejores momentos del año ya que con Mario hay un montón de cosas que no quiero que se nos olviden. Siempre imprimo fotos para que no se queden en el "olvido multimedia" pero al final nunca acabo los álbum, ya sea porque hago la estructura y ahí se queda o porque tengo las fotos pero no el álbum.

Así que pensé en hacer un álbum Project Life. Miré varias webs y blogs de scrap y me decidí por el tamaño 30x30 (o 12x12 in.) porque así las fotos son más grandes y puedo poner tarjetas de mayor tamaño. 
Desde el principio supe que no lo iba a hacer por semanas porque con un bebé de 5 meses y que vuelvo a trabajar en un par de semanas, se me va a hacer imposible, demasiado trabajo.

Compré el álbum y varios juegos de tarjetas y fundas en Up and Scrap y he visto diferentes tutoriales por internet para hacer tarjetas con Power Point (gracias al blog Creative Mindly), imprimir una foto para una página entera (el tutorial de Martu Alterada en Project Life Café) y a organizar mis fotos para hacer más fácil la impresión (el tutorial de Ariadna, también en Project Life Café). 

Así que con toda la información y tiempo libre entre siesta y siesta de mi pequeño, he hecho el mes de enero:






Como se ve, algunas tarjetas son de diferentes colecciones y otras las he hecho yo misma.


Cada mes voy a poner una página pequeña con la foto del mes de Mario y alguna explicación de lo que va aprendiendo o algún hecho que haya que recordar especialmente. En este caso, es la foto que le dimos pan (sí, ya sé que con 4 meses no se les debe dar pan, o eso dice la pediatra, pero se lo dimos y no dejó de chuparlo).

La verdad que el Project Life me está gustando, es una forma fácil de documentar las cosas que nos van pasando y poder mirar, en el futuro, los cambios que Mario va haciendo y lo que vamos aprendiendo. Además, hay hueco para crear tarjetas y ser creativo o poner tarjetas compradas si tienes menos tiempo.


Que la sonrisa te acompañe siempre,

lunes, 1 de febrero de 2016

Zapatillas Converse para bebé

Hola de nuevo!

Hoy traigo otro post de crochet/ ganchillo:

Desde que nació Mario y con esta nueva afición mía al ganchillo que he ido aprendiendo poco a poco, tenía muchas ganas de hacerle unas zapatillas estilo Converse pero no me atrevía porque lo veía muy complicado.

Hasta que encontré un tutorila en Youtube de CucoCuco y me he atrevido a hacerlas. 
Este es el resultado:






No son muy complicadas de hacer pero hay que dedicar tiempo ya que todo (incluido los cordones, como se puede ver en la foto) está hecho a ganchillo.

No tengo fotos de Mario con ellas porque le vienen grandes aún, pero cuando le vayan bien ya las enseñaré.

Que la sonrisa te acompañe siempre,


viernes, 29 de enero de 2016

Gorritos divertidos

Aquí va mi primer post de crochet!
Quería enseñar los gorros que he hecho a Mario y a todos mis sobrinos (grandes e iguales :P). Se trata de gorritos con algún animal/ dibujo animado divertido con orejeras.

He seguido el patrón de varias webs que os voy a ir explicando.

El primero que hice fue el búho de Mario:
El patrón lo saqué de la web de Lanas y Ovillos
El mismo gorro se los hice a los primos gemelos de Mario, a Pol y Ona. El del niño era igual y el de Ona en rosa.


Luego hice la Hello Kitty de mi sobrina Marta: 

El patrón es de Mimitos a Crochet.


Luego hice el de mi sobrino Diego, pero no tengo foto de él con el gorro, así que pongo la de Mario con el gorrito:

El patrón es de Madres Hiperactivas.


Y el último es para mi sobrino Aitor, un Minion que él mismo me pidió.


 Este patrón también es de Mimitos a Crochet, pero sin orejeras.


La verdad es que son gorros entretenidos pero que se hacen fácil y muy calentitos. Los puntos son básicos, lo único que tienes que tener bastantes colores.


Espero que os hayan gustado.


Que la sonrisa te acompañe siempre,


lunes, 25 de enero de 2016

Mi embarazo

Supimos que estaba embarazada el 26 de enero de 2015. ¡Y aún recuerdo perfectamente ese día! La semana anterior me había hecho un test de embarazo que dio negativo porque según mis cálculos (y la aplicación molona del móvil) tenía una semana de retraso pero no le había dicho nada al padre (señor P a partir de ahora). Así que ese día, al volver del trabajo, y viendo que el retraso ya duraba casi dos semanas (y que tenía un dolor considerable en los pechos), compré el test por el camino. Lo hice y lo dejé en el baño hasta que, pasados casi 10 minutos, volví y encontré las dos rallitas!!! En ese momento sólo pude sonreír y empezar a soñar. La cara de sorpresa fue la del señor P que encontró el test encima de su plato cuando volvió de trabajar. Y sólo dijo: "¿Esto qué quiere decir? ¿Ya?" y se sentó. Al minuto empezó a sonreír, nos miramos y nos abrazamos. Guardamos el secreto unas semanas para estar seguros que todo iba bien.



La primera ecografía fue en la semana 8 y oímos el corazón. En ese momento ya entendí que una personita estaba creciendo dentro de mí y que estábamos esperando a garbancete o garbanceta.

Todo el embarazo fue perfecto, salvo que en la semana 22 empecé con una ciática severa y me tuvieron que dar la baja. Pero a parte de este pequeño "problemilla", puedo decir que tuve un embarazo perfecto.

Desde el primer día me sentí fenomenal, ni una náusea, ni un malestar, sólo un poco de sueño en el primer trimestre. Durante las 38 semanas de embarazo tuve siempre una sensación de felicidad inmensa. Cada día me despertaba pletórica, la sensación de sentir un garbancito dentro de mí es inexplicable, sentir como va creciendo, sentir su crecimiento, los movimientos, ilusionarnos cada día.

Lo primero que compramos, sin saber qué iba a ser, fueron unas deportivas iguales que las del señor P para poder decirle a todo el mundo la noticia. No fue hasta la semana 20 (en la ecografía morfológica) que nos aseguraron que era un niño.

El nombre nos costó un poco de encontrar, la verdad que yo tenía la sensación de que era una niña y el nombre de Lucía sonaba con fuerza, dudábamos entre Lucas y Mario (el señor P quería Jorge como su padre, abuelo y hermano, cosa a la que me negué desde el primer momento porque no me gusta nada esa tradición), pero fue escuchar la canción de MClan y nos decidimos enseguida por Mario. 



Entonces las piezas del puzzle se pusieron en orden, cada día hablaba con mi niño, le sentía darme patadas y a la vez una sensación de paz y tranquilidad porque todo iba perfecto, Mario crecía bien y yo cada vez me sentía mejor.

La ilusión, la felicidad, la calma, la tranquilidad que he sentido en este embarazo no es comparable con nada más. Todo el mundo habla de los "inconvenientes" y problemas que tienen durante el embarazo. Yo, salvo el dolor de espalda, no puedo decir nada negativo. Desde el primer momento me preguntaban si me sentía bien, si tenía alguna molestia, si no tenía miedo y yo siempre respondía: "estoy embarazada, no enferma". Cada día me despertaba feliz, mi cuerpo iba cambiando pero me sentía bella. Bonita con mi tripa, contenta de irme poniendo pantalones de embarazada horribles (porque no lo neguemos, esa goma enorme es fatal), buscando camisetas que envolvieran mi barrigota en verano y siempre acompañada del abanico durante todo el verano. Me veía guapa incluso en bikini, y no tenía ningún problema en enseñar mi tripa (tengo que decir, de todas formas, que no me ha salido ni media estría en ningún sitio de mi cuerpo y que durante los dos primeros trimestre no cogí ni un gramo, casi al revés, iba perdiendo peso y aumentando de talla. En total, sólo cogí 7 kilos en las 38 semanas).

El señor P ha tenido una paciencia infinita conmigo. A pesar de tener un embarazo perfecto, algunas veces he tenido tiempo para quejarme, especialmente en julio y agosto, que ya la barriga estaba bastante avanzada y el calor apretaba. Me ha acompañado en todos los momentos, buenos y malos, sin protestar. Ha aguantado mis calores de noche con las ventanas abiertas de par en par, incluso en septiembre que ya empezaba el fresquito. Escuchó con calma cada uno de mis temores y dudas, intentando siempre hacerse el valiente cuando él también tenía miles de ellas. Posó en todas las fotos que le he pedido, una cada mes en la misma posición, sin rechistar. Pero sobretodo nos hemos unido en los buenos momentos, aquellos en los que él o yo empezábamos a soñar con la carita del bebé, a planificar cosas del futuro, a montar su habitación, mirarnos con ojos brillantes en cada ecografía y descubrir que juntos estábamos creando una familia. 



En el último trimestre, al irse acercando el momento del parto, empecé a sentir cierto nerviosismo e incluso miedo en algunos momentos porque se planteaban muchas dudas: ¿seré capaz de dar a luz? ¿me va a doler mucho? ¿y si me tienen que hacer una cesárea de urgencia? Pero enseguida Mario me daba una patada y todo se calmaba.

La barriga seguía creciendo, yo cada vez más pletórica y más feliz y en la semana 37 me hicieron las primeras "correas". Ninguna señal de nacimiento, sin contracciones y todo perfecto. 4 días más tarde, un día normal y corriente, a las 4 de la madrugada me desperté para ir al baño y noté que había roto aguas. Y así llegó el gran momento, 19 de septiembre, después de 8 horas de parto (que ya explicaré en otro post) llegó nuestro pequeño tesoro.

Puedo resumir este embarazo, y las personas que me conocen ya han oído esta frase antes, como: "el embarazo es el mejor estado en el que una mujer puede estar" y las emociones que se sienten con cada cambio son indescriptibles.

Este ha sido mi embarazo muy muy resumido, pero me gustaría decir a las mujeres que están embarazadas que disfruten de cada momento porque al fin y al cabo es un estado que vamos a sentir dos, máximo 3 o 4, veces en la vida. 

Que la sonrisa siempre te acompañe,

jueves, 21 de enero de 2016

Los 4 meses de Mario

Como ya dije ayer, Mario ha cumplido 4 meses. Y sólo puedo decir: ¡qué rápido pasa el tiempo!

Hay días que aún no me puedo creer que Mario está aquí. Días que recuerdo perfectamente la sensación de miedo y emoción que sentía los últimos días de embarazo, aquellos nervios que tenía de verle la carita y a la vez el vértigo y el pavor que a ratos me envolvía por si sería capaz de dar a luz y que todo saliera bien. Y luego lo miro y me doy cuenta del milagro que se produjo. De cómo esta personita salió lentamente de mí, antes de tiempo y cómo me enamoré de él nada más verlo.

Pues mi bebé ya tiene 4 meses, es un niño tranquilo y sonriente. Duerme bien por las noches, sobre las 10 y media de la noche quiere dormirse, aguanta hasta las 4-5 de la madrugada y vuelve a dormirse hasta las 10, a veces las 11 de la mañana. Así que no tengo queja porque puedo descansar bien. Come cada 3 horas y es glotón, se acaba casi todos los bibes (ya explicaré en otro post mi aventura con la lactancia).

Cada mañana se despierta con una sonrisa y se queda embobado mirando la persiana, concretamente la luz que entra entre los agujeritos. Y así está un rato hasta que le entra el hambre y entonces hay que correr.

Se ríe mucho con su padre, cada mediodía cuando llega de comer se deshace en sonrisas de bienvenida. Hace un par de días ha empezado a dar carcajadas con las tonterías que le hace papá. Y yo, por supuesto, me derrito viéndolos juntos.

Estos 4 meses me han hecho ver las cosas importantes. Antes ya me fijaba en pequeñas cosas que hacen el día mejor pero a veces me descubro embobada observando a mi bebé mientras él mira atento cualquier objeto que se le pone delante y cómo al mover la vista y encontrarme, me sonríe y hace que se me olvide cualquier cosa. 




Sé que cualquier madre diría lo mismo que yo, pero tengo al bebé más bonito que conozco y del que me enamoro cada día. Y como también dicen todas las madres: no cambio a mi hijo por nada del mundo.

Que la sonrisa te acompañe siempre,

miércoles, 20 de enero de 2016

Hola! Soy nueva aquí

Me he decidido por fin a crear mi propio blog. Desde que estaba embarazada de Mario lo quería hacer pero un día por otro no lo he conseguido. Pero hoy, que Mario hace 4 meses y que pronto se acabará mi baja por maternidad y tendré menos tiempo, me he decidido a crearlo y escribir cuatro palabras.

Aquí voy a ir explicando mi día a día con el bebé, así como mi embarazo, parto, sensaciones durante y después del embarazo, consejos (algunos para mí misma) y en definitiva mi vivencia como madre Pero también publicaré esas pequeñas cositas que voy haciendo de manualidades: crochet, scrap, decoración, etcétera. 

Como ya he dicho, Mario ha cumplido hoy 4 meses. Aunque lo esperábamos para el 4 de octubre, se adelantó y quiso nacer el 19 de septiembre. 

Así que hoy, 19 de enero, mi blog empieza y espero poder plasmar todo aquello que ocupa mi vida.

Que la sonrisa te acompañe siempre,